Pero esta franja de edad de los 25 a los 34 años no es la única que ha descendido en cuanto a participación. También cae, y de forma más drástica, el estrato más joven de 18 a 24 años y alcanza una caída de 10 puntos porcentuales respecto a 2022. Así, en esta franja de edad se pasa del 42% de jóvenes que en 2022 habían participado en el mercado al 32% de 2023.
“A pesar de que los jóvenes siguen siendo los más activos del mercado y los auténticos protagonistas, la situación económica les ha pasado factura. El contexto de precios máximos en el alquiler y el endurecimiento del acceso a la financiación en la compra ocasionan que los menores de 35 años sean los más perjudicados y los primeros expulsados del mercado. Sus condiciones laborales de precariedad, temporalidad e inestabilidad no les permiten acceder a una vivienda, por lo que se ven obligados a compartir piso o a alargar la edad de emancipación. Son los segmentos de edad que presentan una relación más complicada con el mercado de la vivienda”, explica María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.
Estas cifras muestran que la situación de inflación y subida de tipos ha afectado a todos los tramos de edad a la hora de actuar en el mercado de la vivienda. Un cambio de ciclo generalizado pese a que algunos segmentos de población, en concreto el de quienes tienen más de 55 años, no han llegado a recuperar en ningún momento los niveles previos a la pandemia.
En este colectivo (55-75 años), la actividad actual en el mercado de la vivienda se sitúa en el 16%, una participación que está muy por debajo de la registrada antes de la irrupción de la covid-19, cuando llegaba al 26%. Si establecemos la comparación con agosto de 2022 la diferencia también es importante, ya que entonces se situaba en el 20%.
Es cierto que es un colectivo que, por una simple cuestión de ciclo vital, tiene menos participación en el mercado que otros tramos de edad y en el que la compra de segunda residencia o de inmuebles como inversión tiene más peso, pero lo cierto es que en los últimos tres años no ha conseguido recuperar su interés por elinmobiliario.
Compraventa: desplome en la actividad de los más jóvenes
Al poner el foco en la actividad de compraventa se advierte que el comportamiento en estos últimos meses ha sido dispar atendiendo a los distintos tramos de edades. Frente a un descenso generalizado, la participación en el mercado de la vivienda en propiedad de quienes están entre los 35 y los 44 años ha aumentado.
En este grupo de edad, las acciones de compraventa –ya sean de oferta o de demanda– han pasado del 21% de agosto de 2022 al 22% en febrero de 2023, recuperando así parte del camino perdido en el primer semestre de 2022, dado que en febrero de este año el porcentaje alcanzaba el 25 %. Pero este colectivo es la excepción.
En el resto se registran descensos, especialmente acusados entre los 25 y 34 años (del 30% de participación en febrero de 2022 al 25 % un año después) y entre los 18 y los 25 años (del 15% al 10% en ese mismo periodo de tiempo). El endurecimiento de las condiciones de financiación está, por tanto, afectando más por debajo de los 35 años, que entre esa edad y los 44 años.
Hay, además, un detalle llamativo: las acciones inefectivas de demanda de vivienda en propiedad (quienes han intentado comprar, pero no lo han conseguido), disminuyen más entre los 25 y 34 años (del 19% de agosto de 2022 al 16% actual) que entre los 18 y los 24 años (del 9% al 8%). Se puede deducir de estos datos que esta demanda de quienes no han cumplido los 25 es más aspiracional que real y que, por tanto, se ve menos expuesta a la evolución del mercado hipotecario.
Contracción del alquiler, especialmente entre los jóvenes
La actividad en el alquiler también se reduce, principalmente en los tramos de edad más protagonistas: los que comprenden entre los 18 y los 34 años. Y es que, en general, se ve un claro impacto de los acontecimientos contextuales de los últimos meses con una reducción muy agudizada en los estratos más jóvenes. Así, de acuerdo con los últimos datos de participación en el mercado del arrendamiento, se constata que los jóvenes de entre 18 y 24 años que han llevado a cabo alguna acción en el último año han descendido desde el 34% registrado en agosto de 2022 al 27% actual. Es decir, un descenso de 7 puntos porcentuales.
Muy similar ha sido la situación en el estrato de edad inmediatamente superior, el que comprende entre los 25 y los 34 años, con una contracción del 34% al 28%. A la vista de estos números, resulta evidente que el retroceso experimentado por el mercado ha afectado especialmente a los más jóvenes.
Estos descensos, además, tienen lugar tanto en el apartado de alquiler efectivo como en la demanda no efectiva. De este modo, en el grupo de los más jóvenes, el alquiler ejecutado pierde 3 puntos (del 14% al 11%), y el no efectivo (10% frente al 8%), mientras que en los que tienen entre 25 y 34 años la caída es del 18% al 15% en el alquiler efectivo y del 11% al 9% en la demanda no efectiva.
A medida que se pone el foco en los siguientes tramos de edad, vemos que las caídas en la actividad no son tan acusadas, si bien se presentan en todos los casos. De este modo, las personas que cuentan entre 35 y 44 años han bajado su actividad en el mercado del alquiler del 18% al 15%; los de 45 a 54 años del 12% al 11%; y los de más de 55 años del 9% al 7%.
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