Esta subida ha generado preocupación en los consumidores, ya que afecta no solo al bolsillo, sino también al acceso a una alimentación adecuada y equilibrada. En este contexto, resulta fundamental analizar las causas del aumento del precio de los huevos y su impacto en la economía y la alimentación de la población mexicana.
Frecuente y esencial en las mesas mexicanas
México es uno de los principales consumidores mundiales de este producto: unos 345 huevos por persona al año, lo que equivale a casi un huevo al día. Sin embargo, el incremento en sus precios genera una situación de vulnerabilidad en la población, especialmente en los hogares de bajos ingresos.
Este aumento ha sido causado por factores internos y externos, como variaciones en la oferta y la demanda, el aumento en los costos de producción, el tipo de cambio y otras circunstancias que afectan directamente a la industria avícola mexicana.
Es importante, además, tener en cuenta que los precios varían dependiendo de la región y la temporada. Si hacemos un análisis, podemos mencionar algunas de las variables que influyen en los precios:
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Costos de producción: esto incluye la alimentación y mantenimiento de las aves, los medicamentos, la energía eléctrica y el agua, entre otros. El aumento en los precios de estos insumos puede aumentar el costo de producción de los huevos. Además, a comienzos de 2023 se incrementaron los salarios de los trabajadores de esta industria y también los precios de la energía, algo que influye en su distribución en el mercado.
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Demanda: puede deberse a factores como las preferencias del consumidor o la estacionalidad en la producción. La estacionalidad afecta en el ciclo de consumo pues, fisiológicamente, en época de invierno la exigencia calórica y de proteínas es mayor que en verano. Históricamente, la proteína del huevo es utilizada para suplementos alimenticios y es la base de las dietas de muchos de los que intentan cambiar sus hábitos al inicio de 2023.
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Condiciones climáticas: pueden influir en el precio pues el clima afecta la producción de alimentos para aves. Además, las sequías o las bajas temperaturas afectan la salud de las aves y, por ende, el rendimiento de la producción de huevos.
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La amenaza de la gripe aviar: esta ha tenido un impacto significativo en la producción de huevos en los Altos de Jalisco (zona líder en este ramo) y en otras regiones de México. La gripe aviar es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta a las aves, incluyendo a las gallinas ponedoras. La amenaza de esta enfermedad causa preocupación y obligó a los avicultores a implementar nuevas medidas de bioseguridad sanitaria y, como último recurso, a sacrificar gallinas a finales de 2022 y principios de 2023, cuyo impacto estuvo relacionado con la disminución de la eficiencia en la producción. De acuerdo con cifras del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) y la Unión Nacional de Avicultores (UNA), para hacer frente al brote, en 2022 se sacrificaron, solo en Jalisco, que es el primer productor a nivel nacional, 360 mil gallinas.
Una subida temporal
Cuando sube el precio de los huevos se ven directamente afectados otros productos de la canasta básica mexicana que se producen a partir de ese ingrediente, como las tortillas de harina, los pasteles y los panes. Además, algunos consumidores los sustituyen por otros alimentos más económicos (tortilla, leche, frijoles). También los productos que se elaboran con huevos son remplazados por opciones más baratas.
Esta variación en los precios de los productos sustitutos agudiza la precariedad económica y alimentaria de las familias menos favorecidas. Se trata de una especie de efecto dominó en la configuración de la dieta de los mexicanos.
La crisis en los precios tiene un impacto negativo en la ingesta de proteínas y otros nutrientes esenciales. Esto puede ser especialmente preocupante para aquellos grupos que dependen del huevo como fuente importante de proteínas, como los niños, los ancianos y las personas de bajos ingresos.
Reequilibrio en los precios
La buena noticia es que esta subida de precio es temporal pues los productos agrícolas y pecuarios son más susceptibles a tres variables: la cercanía del producto, la vida útil y las preferencias del consumidor.
Menores distancias a recorrer en su distribución, la caducidad (que impide su almacenamiento prolongado) y la tendencia de los consumidores a buscar mejores precios acabarán provocando un reequilibrio en los precios de los huevos mexicanos.
María de Jesús De la Mora, Negocios Internacionales , Universidad de Guadalajara
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
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