Un espacio en que el arte de disfrutar alrededor de una mesa se transforma en sus diferentes espacios. En barra, para lo que prefieren un ambiente más informal de tapeo; en su terraza para disfrutar de los mejores planes al aire libre en cualquier momento del día; y el restaurante, un espacio elegante con una cuidada bodega en el que detener el tiempo para poder degustar su completa propuesta gastronómica.
Una instantánea para compartir
Nicolás Müller fue un fotógrafo conocido por retratar la dignidad de la vida rural y el trabajo. En esa misma línea, Casa Müller busca homenajear los productos del campo, locales, que saben a tierra y mar, elaborados con mimo y siempre con el inconfundible toque de la brasa de carbón.
Un espacio que sabe a tradición y a “pedir al centro” donde no puede faltar la Ensaladilla Müller, el Bikini a la parrilla o el Foie Gras Casero. Pero que también nos permite deleitarnos con propuestas tan clásicas como los Torreznos acompañados de patatas revolconas con huevos fritos, las Croquetas de jamón u opciones tan saludables como las Setas gratinadas, las Zanahorias especiadas a la brasa con yogur y finas hierbas o los Puerros confitados.
Y como estrella para compartir: Saam Müller. Que, lejos de pretender ser un santo, son alitas deshuesadas fritas en panko con cebolla encurtida y salsa kimchi. ¡Altamente recomendable!
La brasa como seña de identidad
Si hay algo que caracteriza a Casa Müller, eso es sin duda sus elaboraciones a la brasa. En su parrilla nacen platos tan irresistibles como las Mollejas de ternera con chimichurri, el Chorizo criollo, el Pulpo a la brasa o las Alcachofas a la parrilla.
La propuesta se completa con una selección de carnes y pescados de primera calidad: Entrecot al corte, Chuleta de lomo bajo o el imponente Chuletón de 1 kg, junto a piezas frescas de mercado como la Lubina asada, la Corvina con pisto o la sugerencia diaria llegada directamente de la lonja.
La Hamburguesa Müller merece mención especial: 180 g de carne, bacon, doble queso Gouda y Comté, pepinillos, cebolla caramelizada y emulsión de pimientos asados al carbón.
Y sus guarniciones al gusto: desde clásicas lechugas con cebolleta hasta propuestas propias como los cogollos a la brasa con queso Comté o los irresistibles Patatines Müller, patatas enteras aplastadas y fritas en su piel.
El broche más dulce
El final perfecto llega de la mano de los postres caseros de Casa Müller, pensados para conquistar a los más golosos. Destacan el Brownie caliente con helado de vainilla, pura tentación para los amantes del chocolate, y el ya icónico Flan de mascarpone con dulce de leche, cremoso, sorprendente y apto para celíacos.
La carta dulce se completa con la Tarta de queso al horno, acompañada de confitura de frutos rojos, un clásico que nunca falla; y una selección de Helados artesanos.
Todo ello maridado con una bodega de vinos españoles cuidadosamente seleccionada, que incluye tanto etiquetas reconocidas como descubrimientos singulares para redondear la experiencia gastronómica.
https://drive.google.com/file/d/13F-2-gmTfwBXMBUGskYY9Y0oK1ZqGCRa/view?usp=drive_link
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