En 2024, los precios del alquiler mantuvieron una tendencia al alza, aunque de manera más moderada que en años anteriores, mostrando signos de estabilización. A pesar de este freno en el ritmo de crecimiento, el coste de alquilar una vivienda sigue siendo un 3,6% más alto que en el mismo periodo del año anterior.
Ante este contexto, los inquilinos europeos reaccionaron ajustando su presupuesto para vivienda. El precio máximo que los usuarios establecieron al buscar una vivienda vía la plataforma HousingAnywhere aumentó un 9,3%, lo que refleja el esfuerzo por adaptarse a la realidad del mercado.
“Esta combinación de factores ha reducido la brecha entre lo que los inquilinos esperan pagar y los precios reales de mercado. Cerramos 2023 con una brecha de 273€ y, en 2024 lo hacemos con una de 233€”, declaró Djordy Seelmann, director general de HousingAnywhere. “A lo largo del año hemos sido testigos de avances normativos y de esfuerzos financieros por parte de los inquilinos en toda Europa, pero la mejora en la discrepancia es mínima y los inquilinos siguen enfrentándose a grandes retos para encontrar vivienda asequible. Para abordar con éxito la crisis de la vivienda deben producirse aumentos significativos de la oferta para aliviar la tensión del mercado”.
Una evolución desigual de la brecha del alquiler en España
El mercado del alquiler en España muestra dinámicas dispares en sus principales ciudades analizadas. Mientras que en Barcelona la brecha se ha reducido significativamente, en Valencia ha crecido de forma considerable. Por su parte, Madrid se mantiene con una disparidad cercana a la media europea.
En Barcelona, el precio medio del alquiler de un apartamento amueblado en el cuarto trimestre de 2024 se mantuvo estable en 1.550€, sin variaciones interanuales. Sin embargo, los inquilinos aumentaron su presupuesto máximo en un 8,2%, situándolo en 1.496€. Como resultado, la brecha se redujo a 54€, un 67,9% menos que el año anterior.
En Madrid, el alquiler medio subió un 7,7%, alcanzando los 1.616€, mientras que los inquilinos aumentaron su presupuesto en un 8%, hasta los 1.400€. A pesar de este ajuste, la brecha creció un 5,9% interanual, situándose en 216€.
Mientras, Valencia presenta el escenario más desafiante. El alquiler medio experimentó un fuerte incremento del 12,7%, alcanzando los 1.465€, mientras que el presupuesto máximo de los inquilinos se estancó en 1.000€, sin cambios respecto al año anterior. Esto provocó un aumento del 54,9% en la brecha, que se sitúa en 465€.
Valencia se sitúa así entre las ciudades europeas analizadas con una brecha más pronunciada, tan solo superada por Stuttgart (790€) y por delante de La Haya (408€).
Por otro lado, en ciudades como Oporto y Utrecht la brecha desapareció por completo al alinearse las expectativas de los inquilinos con el precio medio del mercado, reflejando un ajuste total entre oferta y demanda. En Oporto, donde los precios del alquiler cayeron un 4,3% interanual, los usuarios llegaron incluso a fijar su presupuesto ligeramente por encima del precio medio real.
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