Esta medida de fuerza de tres días viene motivada por la negativa de los trabajadores a la Ley Bases del Gobierno. Si se aprueba esta norma, según ha denunciado el sindicato, el Ejecutivo tendrá facultades para reestructurar cualquier dependencia pública, incluso achicar, fusionar y hasta disolver cualquier organismo.
Así, se dejaría sobre la órbita del Sensa solamente la certificación de las importaciones, mientras que el resto de sus funciones se la van a delegar a empresas privadas o incluso a los estados provinciales.
"Esta medida es extrema y seguramente acarreará pérdidas multimillonarias. El Gobierno es el único y exclusivo responsable. Si se aprueba la Ley Bases, el Estado será destrozado", ha explicado el secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar.
Esta es la segunda ocasión en apenas un mes en la que ATE ha convocado un paro en Senasa. En la anterior ocasión se extendió durante dos días, entre el 26 y el 27 de marzo, y se utilizó para posicionarse en contra del despido del 30% de la plantilla.
Se espera que esta medida traiga la paralización de todos los controles en puertos, aeropuertos y aduanas, al mismo tiempo que se levantará la fiscalización en todas las barreras zoofitosanitarias del país.
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