Con el foco en el bienestar de las personas, la apuesta por proyectos sostenibles incrementa casi un 25% la inversión en diseño de espacios
Frente a una realidad marcada por la soledad, la incertidumbre y la creciente precariedad emocional, el diseño de espacios está dejando de ser solo una cuestión estética o funcional para convertirse en una herramienta de cuidado. En otras palabras, el diseño de interiores ha dejado de ser algo decorativo para convertirse en una herramienta estratégica con impacto directo en la salud, la sostenibilidad y el desarrollo económico. Así lo demuestra el hecho de que más del 74% de los profesionales de la arquitectura y del interiorismo afirme que el diseño mejora el bienestar de las personas. Por tanto, el bienestar físico y mental de las personas se consolida como la gran prioridad en el diseño de espacios, por delante de otros criterios como la funcionalidad o la estética.
Frente a una realidad marcada por la soledad, la incertidumbre y la creciente precariedad emocional, el diseño de espacios está dejando de ser solo una cuestión estética o funcional para convertirse en una herramienta de cuidado. En otras palabras, el diseño de interiores ha dejado de ser algo decorativo para convertirse en una herramienta estratégica con impacto directo en la salud, la sostenibilidad y el desarrollo económico. Así lo demuestra el hecho de que más del 74% de los profesionales de la arquitectura y del interiorismo afirme que el diseño mejora el bienestar de las personas. Por tanto, el bienestar físico y mental de las personas se consolida como la gran prioridad en el diseño de espacios, por delante de otros criterios como la funcionalidad o la estética.