LLYC y Centro exploran los beneficios de los estudios de prospectiva para las empresas
¿Para qué pensar en el futuro, si el presente demanda toda nuestra energía y atención? Es una pregunta válida y que escuchamos con frecuencia dentro de las compañías. Sin embargo, y aunque pueda parecer paradójico, en un contexto de incertidumbre, los estudios de futuro contribuyen a sortear de mejor manera el cambio y la turbulencia incremental en la que residimos. Esta es la principal conclusión que se extrae del informe ‘Pensar el futuro para gestionar el presente’ que ha desarrollado LLYC junto con Centro, institución de educación superior especializada en la economía creativa.
¿Para qué pensar en el futuro, si el presente demanda toda nuestra energía y atención? Es una pregunta válida y que escuchamos con frecuencia dentro de las compañías. Sin embargo, y aunque pueda parecer paradójico, en un contexto de incertidumbre, los estudios de futuro contribuyen a sortear de mejor manera el cambio y la turbulencia incremental en la que residimos. Esta es la principal conclusión que se extrae del informe ‘Pensar el futuro para gestionar el presente’ que ha desarrollado LLYC junto con Centro, institución de educación superior especializada en la economía creativa.